lunes, 23 de octubre de 2017

Puérperas

Hoy me tocaba participar nuevamente de un programa de televisión enfocado específicamente en maternidad, el tema, Puerperio.
La verdad es que como siempre, cualquier cosa que se relaciones con maternidad, con emociones, contratar de explicar lo que nos pasa, me toma demasiado tiempo, y siempre siento que me quedaron cosas en el tintero por decir.
Y es que el puerperio es una etapa tan intensa, tan llena de cambios, tan de altos y bajos, que hasta cuesta encontrar las palabras específicas para describirlo. Ni siquiera tengo claro si realmente existe solo una definición para esta etapa de la vida de una mujer.
Como Puerperio entendemos el período de tiempo que toma a la mujer volver al estado en que se encontraba antes de embarazarse, si, ya sé, qué amplio no?
Nadie nos habla de esta etapa, muchas ni saben que lo que están viviendo tiene nombre, no hay especialistas en puerperio, y francamente, es una etapa que lo que más necesita es de abrazos y oídos más que terapias o especialistas.
Nos pasamos todo el embarazo informándonos de la gestación, hay aplicaciones muy modernas que nos van contando del desarrollo del bebé, talleres de preparación al parto, ejercicios para preparar nuestro cuerpo, programas en las grandes tiendas para recopilar todo lo necesario para el bebé, pensar en el tipo de parto que querremos y el lugar que nos acomode o al que podamos acceder para recibir al amor de nuestra vida, pero de lo que pasará después no se habla, no nos preparan.
La verdad es que he pensado mucho por qué nadie nos habla de lo compleja de esta etapa, y la única conclusión a la que llego es que al ser una etapa tan variable de mujer a mujer, no hay un parámetro de lo "normal" del puerperio, no hay una norma que nos pueda orientar sobre lo que podamos experimentar luego de ser mamás.
El puerperio entonces se convierte en un verdadero misterio, tal como la maternidad en sí, debes vivirla para saber realmente lo que se siente, lo que te pasa, a lo que te enfrentas.
Yo les contaré lo que he vivido y experimentado y además observado en otras mujeres: El Puerperio es una etapa posterior al parto y con término indefinido, en que te adaptas a esta nueva vida como madre, ya sea física, hormonal, emocional y mentalmente hablando. Es en esta etapa en la que te enfrentarás a tus mayores miedos, porque aparecen millones de inseguridades (ya que nadie nos enseña a ser mamás, se aprende en el camino), nos cuestionamos si lo estamos haciendo bien, cada decisión parece ser crucial en la vida de nuestro hijo, nuestro cuerpo ha cambiado, se ve diferente, se siente diferente, sobre todo con la lactancia, la falta de tiempo para el cuidado personal básico (como bañarse, depilarse, comer tranquilas, o lo que sea que para ti era imprescindible para sentirte bien contigo misma y tu imagen personal), cambian nuestras emociones y por un tiempo todas y cada una de nuestras emociones están al máximo en su expresión, así, si estamos contentas, estamos intensamente felices, si nos enojamos, estamos en absoluta furia, estar sensibles y llorar al más mínimo estímulo también es algo que sucede, y por sobre todo, muchas veces nos cuenta a nosotras mismas comprender lo que nos pasa.
Estar en puerperio es un estado en que sales de ti misma para cuidar de ese otro ser que con tanto amor has gestado, sabes que requiere de toda tu atención, por lo que pareciera que te olvidas de ti, para estar al servicio de ese pequeño bebé.
Entonces, ¿quien cuida a esta mujer si ella está enfocada en su bebé?
Para mí, acá está la clave: PARA PODER CUIDAR, DEBEMOS SER CUIDADAS, una mujer en puerperio necesita de un otro adulto que pueda procurar su bienestar, apoyarle en las diferentes tareas que ella pueda querer resolver, contenerla, escucharla, regalonearla, darle cariño, atención, y mucho más.
Por eso para algunas mujeres esta etapa es tan dura, porque criar en soledad o entregarse por completo si estar sostenida por otros hace que todo sea más complejo, que todo se vuelva más difícil. En cambio una mujer que cuenta con apoyo de su entorno, que no necesita preocuparse de prepararse algo para comer, que no tiene que salir a hacer las compras, ni las labores de la casa, ni de cada uno de los detalles de los que antes podía ocuparse sin problemas, será una mujer que puede dedicarse con tranquilidad y sin culpas a su bebé, a adaptarse en armonía a su nueva vida, a seguir sus instintos, a sentirse mamífera.
Si estás gestando, piensa en cual será tu red de apoyo post parto, si ya estás en puerperio y no te sientes bien, PIDE AYUDA! porque que esta es otra de las claves, asumir que necesitamos que alguien nos acompañe, sal de la casa, busca nuevas redes de contactos, busca otras mamás con bebés, tómate un tiempo para ti, porque después de todo, aun te necesitas a ti misma para estar bien.

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